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lunes, 19 de abril de 2010
Aquellas pequeñas cosas
Hay recuerdos que guardas bien adentro tuyo y por alguna extraña razón todavía siguen ahí. Una frase, una persona, un lugar... siempre hay algo que provoca que se te estruje el corazón al cerrar bien fuerte los ojos. Inevitablemente le encontrás a eso alguna relación con casi todo lo que te rodea. Podés gritar bien fuerte, patalear, llorar o escribir; pero no se va, sigue instalado en tu interior. Tal vez la clave está en buscar la manera de cerrar el cajón con llave o, de lo contrario, dejarlo abierto para que se ventile. La respuesta no la se, pero es propable que siempre camines de la mano de esa memoria que está tan viva y presente en vos.
Intentar buscarle el lado positivo a las cosas siempre ayuda, tenés que tratar de rescatar algo bueno de cada situación, cada despedida, cada logro, cada pérdida y cada victoria. Con el tiempo posiblemente aprendas a convivir con la compañía de ese recuerdo y te sirva para que te des cuenta que creciste, que duele y es difícil pero que se puede.
Aquellas pequeñas cosas
Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
me acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como a hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como a hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.
Joan Manuel Serrat
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Mariana, grandes palabraa, me gusta lo que escribiste. Felicitaciones!.
ResponderEliminarHermosa canción, el maestro del maestro!!
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